(Celestino, el organizador del evento Toledo Mágico, emprende viaje junto con otros participantes que proceden de Barcelona y de Bilbao. Cosas que se van diciendo en el viaje. Comienzan los protagonismos. Luis Pino explica sus teorías)
La convención " Toledo, encrucijada de culturas ... TOLEDO MÁGICO" contaba con la colaboración especial del Ministerio de Cultura y de un banco local. Se había conseguido el suficiente apoyo económico como para que cuarenta especialistas provenientes de todos los campos de la "paraciencia" fueran invitados, con todos los gastos pagados, a participar en la magna asamblea con el objeto de discutir durante unos días sobre los problemas actuales de la ciencia, su relación con la religión, la posibilidad de vida extraterrestre y sobre las apariciones milagrosas.
Un día antes al señalado para la inauguración del evento salían, casi simultáneamente, un autobús de Bilbao, un microbús de Barcelona y un coche "gran turismo" con el organizador y tres mujeres desde la capital.
El coche iba conducido por Eulalia, una amiga de Celestino - el organizador -, ferviente partidaria de reconocer en las acciones de los hombres, siempre, un lado oculto y aficionada a compulsar los sucesos del porvenir mediante el juego de cartas del Tarot egipcio.
El automóvil cruzaba veloz las campas de Castilla que, como una gran cicatriz de carne seca se extendía por todo el horizonte. Algún silo de grandes proporciones, donde se almacenaba el trigo candeal, rompía la monotonía del paisaje.
Celestino, el organizador, un hombre que ya pasaba de los sesenta años de edad, se encontraba en la parte de atrás del vehículo junto a María Dolores, una célebre astróloga que firmaba la sección del horóscopo en una importante revista de moda internacional. Junto a la conductora, iba una ocultista con la que Celestino estaba hablando.
- Realmente, es maravilloso que hayas podido unirte a esta convivencia espiritual, Basilisa, tú que eres una persona tan poco dada a las cosas públicas. Y te digo de verdad que allí donde me he encontrado una persona que tiene "realmente" - Celestino pronunció esta palabra con un acento irónico - talento y frecuenta la realización espiritual siempre me he encontrado que no gustaba de la vida pública, como si estas personas supieran que la fuente de la verdad auténtica, de la verdad secreta, brota de la fuente interna.
Basilisa, con una permanente reciente y unos reflejos dorados en el pelo que brillaban junto a unos mechones teñidos de rojo encendido, volvió la cabeza para responder a Celestino.
- La verdad es que nunca me han gustado las reuniones. Creo que hay en muchas de ellas demasiado sentido de la competencia , uno de los vicios de nuestra profesión. Y no sólo por eso, también por lo que tú has dicho, como siempre, con tanta profundidad.
María Dolores, una mujer a la que todavía asomaba en el rostro los últimos destellos de una antigua belleza resplandeciente, rubricó las palabras de Basilisa con la convicción de los que conocen de forma directa la ciega hostilidad de los rivales en una profesión como la de ella donde era fundamental la buena opinión de la gente. Claro que la envidia no tendría por qué tener que ver con una actividad dedicada a tocar con los dedos el tejido incorpóreo del "más allá", por lo menos así lo pensaba ella.
La verdad - dijo Basilisa mirando distraída por la ventanilla- es que fuera Toledo el sitio de la reunión me atraía muchísimo, sobre todo un congreso organizado por Celestino.
El famoso parasicólogo esbozó una sonrisa de agradecimiento.
- Ya verás las maravillas ocultas de Toledo -dijo - , te vas a quedar asombrada. Esta ciudad, "realmente", respira magia concentrada por sus cuatro costados, bien puede decirse que Toledo es el centro magnético del mundo.
Sin apartar la vista del volante Felisa preguntó a Celestino.
- ¿ Por cierto ? Quienes vienen de Barcelona.
Celestino pronunció una retahíla de nombres, unos con más alegría que otros.
- También viene Vidal, el famoso autor de " Los Hermanos Cristo", ya sabéis -explicó - la teoría que se ha sacado de la manga de que en realidad Cristo no era una sola persona, como hasta ahora se creía, sino que Cristo para Vidal son dos... Se trataría de dos hermanos gemelos, uno de ellos iniciado en el Zoroastro de Persia que habría suplantado al otro en el Monte Calvario... De esta forma el que salió de la cueva de enterramiento y se presentó a los discípulos era el hermano que estaba "realmente" vivo. También viene el idiota de Luis Antonio Pino que desde que ha publicado " Las Atlántidas y los atlantes " no hay quien lo aguante, aunque todos sabemos que es un plagio fenomenal.
Como si Celestino hubiera realizado una invocación, en el mismo instante y en el microbús procedente de Barcelona, Luis Antonio Pino había tomado el micrófono de la megafonía del transporte para explicar a los acompañantes alguno de los misterios teologales de la ciudad de Toledo y, de paso, animar el tedioso viaje.
Luis Pino tenía cara de torero, uno de esos rostros que tienen como metido el hambre en la cara y que se afilan hacia la nariz y hacia el mentón como mascarones de una proa anatómica; pero él, misteriosamente, se creía guapo y como había sido locutor de radio ponía una voz interesante al dirigirse a la concurrencia.
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