
Señoras y señores.
Embarazoso y arduo resulta para mí presentarme ante esta notable asamblea para recibir laureles que, en justicia, no me corresponden. Celebramos en esta magna reunión el quinto aniversario de un descubrimiento que conmovió al mundo: la aparición de un hombre fosilizado de una contigüedad, determinada por el carbono-14, de tres millones de años; en un espacio temporal comprendido entre el cuaternario pre-glaciar y primer-terciario. Homínido que correspondía, según precisos informes antropométricos, a un varón de cincuenta y dos años perfectamente localizado entre los Homo Sapiens; a saber, frente huida, arcos superciliares prominentes, ausencia de mentón y dolicocefalia.
El descubrimiento de tal espécimen, como sabemos, produjo una auténtica revolución en los estudios de los homínidos verticales. Hoy conocemos que se trata del mayor descubrimiento científico producido en el siglo.
Aunque este primer antepasado del hombre fue llamado el Hombre de Piedra del Monte Deseado, hoy queremos rebautizarlo, desde este privilegiado ágora, como Homo Virgiliensis, en honor a su descubridor del que hoy, en azaroso y paralelo aniversario, se cumplen dos años de su muerte. El recuerdo del gran profesor, sabio y amigo, permanecerá imborrable en nuestra memoria.
(El auditorio, puesto en pie, aplaude entusiásticamente).
Si decimos que el universo de la ciencia quedó conmocionado por la aparición de tan extraordinario vestigio del pasado, estamos diciendo muy poco; si decimos que las sagradas teorías de la evolución se vieron sacudidas por un fortísimo seísmo, aún sólo nos aproximamos a la auténtica dimensión de lo sucedido, porque ¡ señoras y señores ! el Homo virgiliensis convivía con los homínidos Pitecanthopos Modjokertensis, y era, probablemente, contemporáneo de la senda homínida de Laeloti. Quiero decir, poniendo énfasis en la metáfora, que un ser humano exactamente igual a nosotros, vivía y se paseaba tranquilamente en los prístinos albores de la humanidad. Uno de nosotros ya vivía cuando los monos intentaban levantarse del suelo, no sin cierta dificultad. (se escuchan risas entre el público)
Desde el momento del descubrimiento las hipótesis se han sucedido y yo quiero hoy aprovechar esta oportunidad para referirme a alguna de ellas.
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